A pesar de que la pandemia referente al COVID-19 causó dificultades en un inicio del 2020, la producción de fresa se ha recuperado con un llamado de consumo local.
En el 2021 se prevé un incremento de la superficie del 9% respecto a 2020, según los responsables del sector italiano, encabezados por Pietro Ciardiello, de la OI (Ortofrutta Italia), y en consecuencia de la producción, situándose las hectáreas cultivadas en 3.962.
En Italia, a diferencia de otros países como España, la fresa se cultiva en todo el país, destacando las regiones de Basilicata y Campania, con el 50% de la superficie. El aumento de la superficie se producirá especialmente en las regiones del sur, con estabilización en la zona centro y ligero retroceso en el norte.
En valor, las exportaciones italianas de fresa tuvieron una disminución del 6%, teniendo un 30.028 millones de euros. En cuanto a las importaciones, también disminuyeron, un 27% en volumen totalizando 30.364 toneladas, siendo España el primer proveedor de Italia, de donde se importaron 24.890 toneladas (-28%).
Sin embargo por parte de España, la superficie de fresa ha descendido un 2%, pasando de 6.217 hectáreas de 2020 a 6.105 hectáreas en 2021, constatándose una mayor diversificación varietal.
Respecto a 2020 se valoró un escenario complicado, debido a las repercusiones del confinamiento por el COVID-19, constatándose un descenso de la producción de fresa del 20%, reflejándose también en un descenso del consumo.
El grupo de contacto de fresa de Francia, Italia, España y Portugal está constituido por representantes de las asociaciones de productores y exportadores, entre ellos FRESHUELVA-FEPEX y responsables de sus respectivas administraciones. Se reúne cada campaña, desde hace más de 20 años y es uno de los grupos de contactos de producto creado en el marco del Comité Mixto de frutas y hortalizas. La reunión de este grupo, que en algunos momentos contó con 35 participantes conectados, ha sido organizada junto a los profesionales de los 4 países, los cuales intervinieron también responsables de los ministerios de Agricultura, así como responsables de las distintas embajadas para legislar correctamente los asuntos fitosanitarios.
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