El patrimonio gastronómico italiano es rico por excelencia, reconocido tanto a nivel nacional como internacional. Los quesos, vinos y embutidos gozan de certificaciones europeas que reconocen su calidad y origen. DOP, IGP y ETG son las principales denominaciones con las que se clasifican estos productos, sin embargo, a menudo preferimos los alimentos que no gozan de estas certificaciones. ¿Sabes lo que realmente significan y lo que implica su compra? Aquí alguna información útil para comprender mejor su significado y estar seguros de lo que compramos.
DOP: Denominación de Origen Protegida
El acrónimo DOP (Denominación de Origen Protegida) indica un producto originario de una región o un país cuyas cualidades y características se deben esencialmente, o exclusivamente, al entorno geográfico en el que se produce. Por “entorno geográfico” se entienden tanto los factores naturales (uno de ellos es el clima), como los humanos (técnicas de producción transmitidas a lo largo del tiempo y artesanía) que, combinados, permiten obtener un producto inimitable fuera de la zona de producción.
Toda la producción, la transformación y la preparación del producto deben tener lugar en la zona definida. La marca DOP extiende la protección del producto a todo el territorio europeo y al resto del mundo gracias a los acuerdos internacionales de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Los productos con marca DOP son numerosos: vinos, quesos, aceites, carnes, pescados y otras especialidades gastronómicas, en Italia son 167 entre los cuales se encuentran: Grana Padano, Parmigiano Reggiano, Prosciutto di Parma y Mozzarella di Bufala Campana.
Todos los productos con DOP llevan un sello de color amarillo-rojo con la mención “Denominazione d’Origine Protetta” (Denominación de Origen Protegida).
IGP: Indicación Geográfica Protegida
El acrónimo IGP (Indicación Geográfica Protegida) también identifica un producto cuyas características dependen de la zona geográfica de origen. Sin embargo, a diferencia de la DOP, basta con que una de las fases de producción, transformación y elaboración tenga lugar en la zona geográfica delimitada. En otras palabras, un producto con IGP puede ser, por ejemplo, elaborado en una zona geográfica restringida pero con una materia prima que tiene un origen diferente.
En Italia hay 130 productos con la marca IGP y entre los más vendidos están el Vinagre Balsámico de Módena, la Mortadella di Bologna y la Bresaola della Valtellina. Los productos con la marca IGP se identifican con un sello de color amarillo-azul que dice “Indicación Geográfica Protegida”.
ETG: Especialidades Tradicionales Garantizadas
A diferencia de los otros reconocimientos europeos (DOP e IGP), la marca ETG (Especialidad Tradicional Garantizada) sólo garantiza la receta típica o el método de producción tradicional de un determinado producto, pero sin vínculo territorial.
Esto significa que el producto ETG puede elaborarse en cualquier país de la Unión Europea siempre que la producción respete la normativa correspondiente y esté certificada por un organismo de control acreditado.
Vinos y etiquetas: denominaciones de los vinos
En las etiquetas de los vinos es posible encontrar otras denominaciones nacionales, aunque desde el 2010 se han incluido en la clasificación europea. Veamos qué son, en qué se diferencian unos de otros y cómo puede aprender a reconocerlos tanto en el supermercado como en la tienda de vinos.
IGT: Indicación Geográfica Típica
La Indicación Geográfica Típica (IGT) indica los vinos producidos en zonas generalmente amplias, pero según requisitos específicos. Este reconocimiento está reservado a los vinos cuya producción tiene lugar en la zona geográfica respectiva y cuyas uvas proceden al menos el 85% de dicha zona.
Los productos vitivinícolas de la IGT tienen requisitos menos restrictivos que los exigidos a los vinos de la DOC y a diferencia de éstos, se elaboran con uvas definidas pero pertenecientes a una zona amplia, no necesariamente referida a un territorio restringido. Normalmente se trata de una región o un grupo de territorios que tienen como característica tener una buena uniformidad ambiental como para asegurar unas cualidades únicas al vino.
La etiqueta es uno de los elementos que diferencian claramente la IGT de las demás denominaciones de origen: el vino reconocido con la etiqueta IGT no puede utilizar el nombre de regiones o zonas ya utilizadas para la DOCG o la DOC y no está obligado a declarar el año de producción o el color del vino.
DOC: Denominación de Origen Controlada
La denominación DOC indica un vino de calidad y valor, que cumple un pliego de condiciones de producción específico y cuyas características están profundamente vinculadas al entorno natural y a los factores humanos.
Antes de salir al mercado con la denominación DOC, durante la fase de producción los vinos deben someterse a un análisis químico-físico previo y a un análisis sensorial que certifique el cumplimiento de los requisitos del reglamento. Por lo general, un vino con denominación de origen mantiene la designación IGT durante al menos 5 años.
DOCG: Denominación de Origen Controlada Garantizada
Cuando un vino lleva al menos 10 años entre los vinos DOC, puede pasar a la denominación DOCG (Denominazione di Origine Controllata e Garantita), lo que da aún más prestigio a la etiqueta.
En el caso de los vinos DOCG también hay un análisis sensorial realizado por una comisión especial; si no se cumplen los requisitos, el vino no puede comercializarse con la etiqueta DOCG. Además, el examen debe repetirse, lote por lote, incluso durante la fase de embotellado.
Conoce más acerca de los productos italianos con denominación de origen en nuestra parte dedicada a los Productos DOP, IGP, STG, IG
Fuente:
Altro Consumo DOP, IGP e STG: cosa sono e come distinguerli