¿Quién no conoce la cocina italiana en el mundo? Su pizza, su pasta y sus helados se han establecido desde Nueva York hasta Kazajistán, la comida della nonna nunca deja de sorprender con sus tradiciones y platillos! Sin embargo, existe una cara menos conocida, pero igual de importante: il cibo di strada, la comida que se esconde en las calles más íntimas de su territorio.
El origen de la comida callejera italiana se encuentra en el sur de Italia, concretamente, en las ciudades de Palermo y Nápoles, en las que, ya en el pasado, se empezó a difundir la necesidad de alimentar con pocos recursos a una gran cantidad de personas. Su origen, entonces, es humilde y meridional: “El sur es el origen de la comida callejera. En cambio, no es una tradición en el norte por una cuestión de clima: el frío impide hacer vida en la calle como en el sur”, afirma Gigi Padovani, periodista italiano experto en gastronomía.
En el caso de Palermo, por ejemplo, se vendían todo tipo de preparaciones elaboradas a base de las partes menos nobles de la carne. Aún se pueden degustar por las calles de la ciudad siciliana en forma de pane ca’ meusa, bocadillo de casquería parecido al de tripa florentino, el lampredotto.
Es conocido el valor que le dan los italianos a su cocina y a sus productos y, según Padovani, esto también caracteriza a su street food: “Es muy importante el vínculo con el territorio y el uso de productos locales: cada comida representa la región donde se prepara”. Podemos decir entonces que “callejero” no es sinónimo de mala calidad, sino de una forma de entender la comida dónde se sigue respetando el producto, su origen y, sobre todo, su tradición.
Fuente: La Comida Callejera Italiana