Navidad para el Cristianismo

La Navidad tiene un significado religioso: el día de Navidad celebra el nacimiento de Jesucristo, el que más tarde sería identificado por la mayoría de los miembros de la religión judía como el Mesías profetizado en las Sagradas Escrituras.


El nacimiento de Jesucristo se sitúa en torno a los años 0-4 y su nacimiento en la Tierra se celebra el 25 de diciembre. Sin embargo, para las iglesias ortodoxas orientales esta fiesta cae en el 6 de enero, día en el que la iglesia cristiana occidental celebra la Epifanía, la manifestación de Jesús ante los Reyes Magos. 

Los cristianos no empezaron a celebrar la Navidad hasta el siglo IV d.C., enlazando con las tradiciones y festividades existentes y dándoles un mensaje completamente nuevo. Una de ellas es sin duda la fiesta judía de Hannukkah, que conmemora la consagración del Segundo Templo de Jerusalén, ordenada por Judas Macabeo tras la terrible ocupación helénica del siglo II a.C., que quiso llevar al pueblo judío a adoptar algunas prácticas contrarias a su religión. 

La fiesta de Janucá dura 8 días a partir del vigésimo quinto día del mes de Kislev, que suele coincidir con el mes de diciembre: durante estos días de fiesta los judíos acostumbran a encender progresivamente las ocho velas de la Janucá, para hacer honor a la leyenda que dice que, para encender el candelabro del Templo, los macabeos sólo tenían un frasco de aceite, pero las velas siguieron encendidas durante 8 días. 

Además de su origen religioso, la Navidad también tiene un origen pagano y secular. Los más significativos son los relacionados con el solsticio de invierno, el día más corto del año, que los celtas celebraban -por error- el 25 de diciembre. Se trata de una fiesta muy importante en todos aquellos cultos en los que el culto al sol, llamado eliolatría, ocupaba una posición de absoluta preeminencia, y a los que el cristianismo se ha vinculado ciertamente, ya que el sol puede verse como un emblema de la figura de Cristo. Por su parte, los romanos, en los días inmediatamente anteriores a la Navidad, solían celebrar las Saturnalia, dedicadas a la instalación en el templo de Saturno, el dios de la agricultura: para desear un periodo de paz y prosperidad, era costumbre intercambiar regalos. 

Fuente de consulta: 

Studenti.it Origini del Natale