Le Sagre son una tradición de festivales gastronómicos que une a toda Italia, de norte a sur. Asociadas hoy a una idea de verano, turismo y gastronomía local, tienen orígenes antiquísimos relacionados a la esfera religiosa. La palabra “sagra” deriva del latín “sacrum”, sagrado. En la antigua Roma existían varias celebraciones dedicadas a las divinidades, con procesiones seguidas de banquetes en los que participaba toda la ciudadanía.
Desde ese significado originario se ha desarrollado en el tiempo el concepto actual de sagra. Con la llegada del cristianismo, algunas festividades han sido reconvertidas, dedicadas a los santos. Otras, en cambio, han asumido connotaciones inspiradas por la vida campesina: por ejemplo, la celebración de la cosecha o de la buena temporada. De estas costumbres han nacido los festivales relacionados a los numerosos productos típicos de las regiones italianas, hoy numerosos y amados también por los más refinados gourmet.
Explorar el mundo de las fiestas italianas significa realizar un viaje fascinante al descubrimiento de las culturas regionales. A menudo los protagonistas son productos característicos del territorio: por ejemplo a Mezzago (MB), en la zona de Brianza, se rinde homenaje al preciado espárrago rosa, a Agrigento se celebra la almendra con la “Mandorlara”, mientras que la famosa alcachofa de Roma está en el centro de un festival de Ladispoli (RM). A veces, el alma del evento es una receta local específica, como sucede en la Fiesta de la Focaccia di Recco (GE).
Documentándonos sobre el panorama de estas celebraciones, descubrimos productos verdaderamente sorprendentes, como la mostaza de higuera, a la que está dedicada una feria de peajes, Siracusa.
El ritual de la cocina, la preparación de la comida que toma el sabor de una ceremonia colectiva puede ser condimentada por elementos pintorescos. En la Sagra del Pesce di Camogli (GE), por ejemplo, se instala el Padellone, una sartén de 4 metros de diámetro para la fritura. En la Sagra dell’Uva di Marino (RM), nacida en 1925, el vino fluye también desde las fuentes del centro urbano.
Estas manifestaciones representan también una ocasión para admirar las bellezas arquitectónicas y paisajísticas del territorio. Pueden llevar a los turistas a descubrir lugares de gran interés, ricos en vistas típicas donde el tiempo parece haberse detenido. Por ejemplo, la Fiesta de la Avellana de Cortemilia (CN) se celebra en uno de los pueblos más fascinantes de la Alta Langa, con desfiles tradicionales y la exhibición de los banderines. En el pueblo medieval de Certaldo (FI), pueblo natal de Giovanni Boccaccio, tiene lugar la Sagra del Tartufo Marzuolo.
Nuestro viaje entre las sagradas de Italia podría continuar durante mucho tiempo, ¡porque se trata de un mundo muy rico y variado que descubrir!
Fuente: Le Sagre Italiane