Si alguna vez te encuentras en Nápoles, no podrás evitar ver al majestuoso Vesubio. Famoso volcán -aún activo- que en el año 79 a.C. sepultó a los ciudadanos de Pompeya y Herculano bajo toneladas de piedra volcánica y material piroclástico. Siglos más tarde sería descubierta por accidente para maravillarnos con su arquitectura.
Pompeya fue una antigua ciudad romana, ubicada en lo que hoy en día es la ciudad de Nápoles. Esta ciudad fue un importante puerto donde convergieron mercaderes para realizar actividades de comercio.
Cuando Pompeya fue descubierta por accidente, los investigadores se dieron cuenta de su perfecto estado de conservación, lo cual ayudó mucho a entender el estilo de vida de aquella época.
Debido al tipo de explosión, fue posible encontrar y preservar frescos, pinturas, varios cientos de vasijas e incluso los famosos restos petrificados de las víctimas de aquel catastrófico evento de la naturaleza.
Si uno recorre sus antiguas calles, se puede dar cuenta de lo bien organizadas y delimitadas que estaban las casas y negocios de aquella época. Los lugares más populares del, ahora sitio arqueológico, son: il lupanare o casa de citas, la casa de Casa de Paquio Proculo o Domus Paquio Proculo con la simpática advertencia en el porche de “Cave Canem” (cuidado con el perro) y los termopolios, negocios de alimentos y bebidas equivalentes a restaurantes.
Son impresionantes también los llamados cuerpos petrificados de las víctimas de la erupción. Estos restos son cuidadosamente recubiertos por una técnica desarrollada por el investigador y arqueólogo Giuseppe Fiorelli que consiste en inyectar yeso líquido en el hueco formado entre las capas de ceniza y el cuerpo original, quedando así un calco o molde de los últimos momentos de vida.
Pompeya es un lugar fascinante, pues conserva muchas estructuras de lo que era la vida romana de aquellos tiempos. No dejes visitarlo por tu cuenta o en tour en tu próxima visita a Nápoles.
Conoce más en: Pompeii Sites Portale Ufficiale Parco Archeologico di Pompeii