El Bellini es un cóctel dulce y refrescante que por su color y delicioso sabor (con un toque de alcohol) se ha convertido en uno de los favoritos que nunca pasan de moda. ¿Lo has probado? Hoy vamos a contarte la historia detrás de esta bebida tan conocida en Italia y en el mundo.
Durante los años cuarenta y cincuenta, Venecia tenía un gran auge y popularidad con los grandes artistas como Ernest Hemingway y Orson Welles. Dentro de este ambiente y casi al lado de la Plaza de San Marcos, había un bar muy popular, llamado Harry’s Bar, un lugar que además de tener una increíble vista hacia el canal, tenía uno de los mejores ambientes, lleno de artistas y bohemios. En este lugar fue donde nació el famoso Bellini, realizado por el dueño del bar Giuseppe Cipriani, en el año 1948. El nombre Bellini surge porque el color rosado único le recordaba a Giuseppe la toga de un santo en una pintura del artista veneciano del siglo XV, Giovanni Bellini.
La bebida es fundamental en momentos románticos y elegantes y se prepara de una manera muy sencilla: el Bellini consiste en puré de melocotones blancos y el Prosecco, un célebre vino espumoso italiano. La tradición italiana dice que se marinan los duraznos frescos en el vino. No obstante, la receta original fue hecha con un poco de jugo de frambuesa o de cereza, porque le daba a la bebida un resplandor rosado, pero más adelante se quedó únicamente con durazno por su sabor dulce.
El modo de preparación consiste en que en una copa larga se añade una parte de jugo de durazno y dos partes de vino espumoso. Después se revuelve delicadamente para que no se quite la espuma; se vierte en la copa y se disfruta con unos amigos, con compañeros, familiares o con una persona especial.
Aunque la receta se ha vuelto muy popular y se sirven en cualquier bar, ésta siguió siendo un legado que se preserva de generación en generación desde 1948 y ahora no solo se sirve en el Harry’s Bar de Venecia, sino que también se encuentra en los restaurantes bajo el nombre de Cipriani alrededor del mundo, quienes sirven el auténtico Bellini.
Fuente: La Historia del Bellini