Cuando pensamos en Italia inmediatamente se nos vienen a la mente un gran número de platillos típicos ricos y deliciosos. Muchos de los cuales requieren ingredientes o productos de la más alta calidad y que no siempre conocemos. Es por eso que en la provincia de Parma se encuentran 4 museos que se encargan de dar a conocer 4 de los principales ingredientes de la cocina italiana: el Parmigiano Reggiano, el Prosciutto di Parma, el Pomodoro y el Salame di Felino.
¿A quién no le gusta coronar su plato de pasta con un toque de Parmigiano Reggiano? Si te gustaría saber más sobre sus orígenes, el Museo del Parmigiano Reggiano es para ti. Fundado en el 2001, este museo se encarga de dar a conocer objetos utilizados en el proceso de elaboración, así como material sobre su uso gastronómico y su historia.
Uno de los productos más gourmet en el mercado es el famoso prosciutto o jamón crudo. Este alimento puede disfrutarse solo o acompañado de fruta, quesos, confituras y pan. El Museo del Prosciutto di Parma está lleno de sabor e historia, podrás encontrar sus orígenes y al final del recorrido degustar con una copa de vino un menú en donde el principal ingrediente es el prosciutto.
Polvo de oro, ¿te suena? Los italianos llamaron así a este fruto que es ahora el principal exponente de la gastronomía italiana. El Museo del Pomodoro narra los orígenes del tomate además de las técnicas de conservación que se utilizan para comercializar los productos derivados de éste.
Por último, pero no menos interesante, está el Museo del Salame di Felino, que cuenta acerca de este increíble embutido que ha estado presente en las mesas y acompañado las comidas y cenas de los italianos a lo largo de su historia.
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