En cada país se celebra la navidad, dentro de esta tradición que nos llena de calidez, se encuentran diferentes deleites típicos y hablando de Italia, estos deleites te harán agua la boca, ofreciendo una gran variedad de dulces, cada uno con su historia y su receta particular.
Es tiempo de ir por un viaje por todo Italia a través de cinco de estos dulces típicos que el día de hoy te compartiremos. Conociendo así esta cultura navideña italiana y esta festividad que nos llena de sonrisas año con año.
- Bisciola di Valtellina, Lombardía
También conocida como Pan di Fich, la Bisciola es un pan dulce con levadura, preparado con harina de trigo blando y harina de centeno o trigo sarraceno, mantequilla de leche, higos, nueces, avellanas, pasas sultanas y piñones.
Se dice que se originó por casualidad, cuando las tropas de Napoleón invadieron el norte de Italia en 1797. Los soldados franceses se detuvieron en Valtellina para hacer una parada, antes de continuar con la última fase de la primera campaña italiana. Napoleón pidió a un cocinero que le preparara un pastel con ingredientes y productos encontrados en la zona. Según la tradición, las rodajas de Bisciola deben sumergirse en grappa antes de ser consumidas.
- Sebadas, Sardegna
Uno de los postres tradicionales de Sardegna y uno de los más conocidos fuera de la isla, se prepara con la refinada (y amarga) miel de madroño, utilizada como glaseado para cubrir los grandes raviolis de hojaldre rellenos de queso pecorino local.
Considerados como un postre sólo porque están rociados con miel y azúcar, originalmente se consideraban un segundo plato. Su nombre deriva de la palabra dialectal “seu”, que significa “sebo”, y recuerda el brillo que la miel de madroño da a este postre.
- Tronchetto di Natale, Piemonte
Tiene una forma parecida a un trozo de madera, un recuerdo del tocón de un tronco de castaño o roble que las familias campesinas piamontesas guardaban tradicionalmente en la leñera para calentarse en Nochebuena, mientras esperaban la Misa del Gallo. Rodeado de sus más allegados, La cabeza de la familia, colocaba el tronco en la chimenea, lo bendecía con la señal de la cruz, lo rociaba con vino tinto y, mientras lo encendía, pronunciaba el saludo: “Si rallegri il ceppo, domani è il giorno del pane“. De ahí la leyenda de que el tronco colocado en la chimenea debe arder durante las doce noches entre Navidad y Epifanía como señal de buena fortuna. Y de la mezcla de tradición y leyenda, el tronchetto di Natale es un pastel descaradamente calórico pero irresistible, preparado con huevos, mantequilla, queso mascarpone, crema de castañas, brandy, nata y chocolate.
- Cartellate, Puglia
Los orígenes de estos dulces, que en Navidad perfuman las casas de Puglia con anís, mosto cocido y canela, no están del todo claros. Según algunos, era una especialidad preparada en Egipto exclusivamente para los faraones. El origen de la palabra “cartellate” se encuentra en la palabra griega “kartallos”, cuyo significado más cercano es “cesta”. Y, de hecho, la tradición dice que la masa de las obleas toma la forma de los pañales del niño Jesús durante la fritura. Cada familia guarda su propia receta y prepara una gran cantidad de este pastel. Los cartellate pueden empaparse en vincotto o miel, o simplemente comerse fritas con un poco de sal por encima.
- Gubana, Friuli Venezia Giulia
Tiene una forma característica de caracol y es un símbolo del Friuli, donde es tradicional regalar en Navidad para desear prosperidad y riqueza.
Este es elaborado con masa fermentada, se rellena con frutos secos, pasas sultanas, macarrones y se empapa con grappa. Su nombre se debe a su característica forma de caracol: “gubat”, de hecho, significa “envolver” en dialecto friulano. La gubana tarda tres días en prepararse, pero si se guarda en un lugar fresco y seco, conserva su fragancia durante meses.
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